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Pesca Destructiva: La pesca destructiva, como la pesca con explosivos y la pesca de arrastre, puede causar daños irreparables en los arrecifes de coral al destruir la estructura física de los corales y dañar los hábitats marinos. La sobreexplotación de los recursos marinos también puede agotar las poblaciones de peces y reducir la biodiversidad de los arrecifes.
Desarrollo Costero: El desarrollo costero no planificado y la urbanización pueden tener impactos negativos en los arrecifes de coral al aumentar la sedimentación, la contaminación y la destrucción de hábitats naturales. La deforestación de manglares y la construcción de infraestructuras costeras pueden alterar los patrones de flujo de agua y provocar la pérdida de biodiversidad en los arrecifes cercanos.
Para proteger y conservar los arrecifes de coral, es crucial tomar medidas a nivel local, nacional e internacional para abordar estas amenazas. Esto incluye la creación de áreas marinas protegidas, la implementación de prácticas pesqueras sostenibles, la reducción de la contaminación del agua y la adopción de políticas de desarrollo costero que protejan los arrecifes y sus hábitats naturales.